28 ene 2010

ergnas




Ah! ¿donde te ocultas?

madre de los ancestros,
sublime misterio encarnado.

Parte de vuestra escencia encuentro
en la danza del fuego;
el aroma del alma inerte
- aquella que sello todo pacto en el osculo final -

Sutiles marcas de vuestra deidad
entre diamantes que pretenden "ser".

Me paseas
en un juego eterno
cual moribundos infantes.

¿Acaso debo atravesar el umbral
para unir el frankestain y hallarlo mal coronado?.

Te descubro; enfermedad
en cada gota de silencio que tomo prestada.

En mi lecho, mi santuario.

Y vos, señorita musica;
creadora de todo sentimiento
resucita!

invoquemos juntas.... la belleza.



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