¿Quien osa irrumpir en el olimpo,
donde bajo el salvaje mar ella yace?.
¿Quien, finalmente, el velo hara arder,
para exponer el horror?.
¿Sera acaso el mismo ser que, paraplejico,
bebio de la cal tallada en rocas asesinas?.
¿Duerme ella,
mientras su inconsciente es dueño de sus mas atroces actos?.
¿Pero quien se atrevera a beber todo el mar
que la protege y condena?.
¿Para que?
Si el siervo, soñador, maravillado,
jamas cesara de beber
sea grandeza o espanto
lo ultimo sentido.
Voy subiendo, alto, alto, mas alto....
Mi lecho esta frío, suave, maldecido por los dioses.
Casi puedo ver la esfinge que canta en mi idioma
casi puedo ver mi luz, clamando por el fin.
Mi rostro -ahora arena del desierto- carece de facción alguna;
mis poderes, ya alas de pez, resucitan y corren, corren, corren....
hacia quien sabe donde.
Voy subiendo, subiendo....
quizas escalo, tal vez vuele,
puede que este profanando mi cuna.
Es El Caos, El Cenit.
Casi puedo ver el portal,
Aura susurra mi nuevo nombre, me da la bienvenida.
Llego tarde a la coronación; apurate o la corona pártira sin vos.
La veo:
Ella es La Belleza,
Ella es La Paz.
Me desprendo de mi genero, ropaje, edad.... veo La Vida.
Por un segundo veo La Vida.
La mosca se arrastraba:
punzante, hiriendo el humo;
atigrados colmillos desmesuraban el abismo ....
lo devoraban.
Secuelas de nitidos engaños,
alfombras (en plata embarradas).
Volcanes y un ala.
El cuello,
de espirales plagado,
aullaba respiraciones
(al infinito invisibles).
Y el niño,
prizionero, guerrero de las estepas
nada libre y taciturno
entre impredecibles soles.

Lienzos subterraneos, de colera infectados;
sus manos: pinceles cargados de misticas melodias,
tribales delfines, cabalgan, cabalgan, cabalgan....
sus manos.... cabalgan.
Colores que lloran en blanco y negro
Envenenadas muertes, o quizas.... ¿perfumadas?
recorren su magestuosa garganta y brotan en mis oidos.
La damisela se aproxima girando, girando, girando....
cada vez mas cerca;
cabalga furiosamente sobre su criatura de plata,
Verdes cabellos al viento, sus lagrimas en algo se pierden.
Ella viene a por vos, belleza, embalsamado arte,
y ninguna de tus divinas creaciones la detendra.
Ella me visito una noche, amada utopia,
buscaba vida para arrebatarme;
mas tuvo que regresar, palida (cual otro de tus pinceles)
a su galeria en el abismal paraiso.
Mas tus miserias, amada mia, no bastaran para aullentarla
deberas partir hacia tu reino.
Ella posee una coleccion de hijos tuyos, solo tuyos;
viene a por la mas maravillosa de las artes
ignorando lo insignificante, lo terrenal....
clama por tu presencia para adornar el trono de su galeria.
El lobo corre por las constelaciones,
sediento de obscuridad;
lanza rayos X a los desconocidos,
a sus hermanos meditabunda paz.
Corre libre, profetico,
sin manada, sin tiempo....
los pergaminos del universo jamas registraran su andar.
Deborando soles enteros que relucen en su interior,
hospedandose en la luna: su castillo eterno.
El lobo viaja entre risas de fuego
de su llanto emana el recuerdo de una utopia
jamas recordada.
De cada gris cabello perdido surge un reino olvidado.
Alli abajo todos se deleitan el paladar:
grandes orgias, banquetes, fiestas
Ignorando al lobo que desde lo mas alto observa y espera...
I
Muerta.
La menor de los Juria así nacio.
Llevose tan solo en la maleta
un cajon;
despojose de su ropaje....
al fin su extasis creo.
Presa.
Asi he nacido yo,
a quien vuestro padre,
todo,
simplemente "Lu" llamo.
Presa he nacido hermana mia....
"muerta" estoy.
¿O has olvidado acaso
la noche en que ambas fallecimos?
¿Pero que enfermedad padezco
dando catedra a una soga
que mecese al viento alvino?.
II
La menor de los Juria
abrio su infinito cajon....
Ah! ¿donde dormia yo
cuando de este un cipres nacio?.
Volvere a observarte al despertar
cual intrascendente mañana....
raices apuntando al techo,
del suelo cuelgas amorfa belleza!.
Niña tristeza
ya tu muerte es opaca
(botones hasta el cuello de tu camisa blanca).
En mi creaste otra garganta seca;
ahora padezco de miles....
millones de gargantas viejas.
La roca:
liviana, adormecida....
eterea.
La roca lisiada, sorda, ciega....
jamas muda!
Para ni por nada muda tristes pieles.
La roca:
serena, furiosa....
dolida.
La mano:
espantosa, espantada, mullida!
capaz de morir de horror sin ser vista....
ni comprendida.
La mano formandose dentro de la boca.
La mano reptando dentro de la roca, palma arriba.... ronca.
La roca....
¿dormida?
la roca....
¿disfrazada? ¿esculpida?
No, la roca lisiada, muerta. aturdida.
Del alambre, entre puas.... la flor de fuego emerge.
Flamantes azules.... antiguos.
Su danza retumba en los ecos del cementerio,
su grito se ahoga en las llamas del silencio.
efímera forma....
es su forma de llorar.
Un haz de oscuridad enciende la llamarada,
el súbito encuentro de los amantes....
respira una vez, no mas, calla y parte.
En la lava sus pisadas se han dormido
en la nada sus pisadas se han desvanecido.
Despliega sus doradas alas la flor se fuego.... y calla,
su lengua serpenteante dibuja universos en el lodo.
Forma sutil....
es su forma de morir.
Puedes afilar sus crueles espinas,
puedes soplar sus frágiles alas,
enterrarla en lo mas profundo de un triste mar....
sin embargo, la flor seguirá ardiendo...
Existe una antigua llave, no cierra puertas, solo las abre,
dentro de un copo de nieve ella yace.
Ella, la llave de blancos cabellos y dragones olvidados,
su anillo (ya de piedra) quedo en el pasado.
Al otro lado del bosque, a la vera del rio
existe una llave hechicera, cierra todas las puertas,
solo las cierra,
ella duerme dentro de un reloj de arena.
Ella, la lleve de piedra,
ella, la llave de la piedra
cumple su condena pero tiene una prisionera.
Existe o existió hace mucho tiempo....
un reino entero
donde nadie era prisionero de sucios insectos,
donde en castillos escondidos se encontraba la libertad
en silencio....
y agazapado el sol, en las sombras y sus recobecos.
Existe una antigua llave, eterna deambula
de vela en vela,
encandilando candelabros de realidades ciegas.
Ella, la damisela del rojo cuerpo en llamas,
ella, la silueta en las velas,
la de la piel escarlata bajo la luna serena.
Ella.... existe o existió hace mucho tiempo,
ella danza y sus alas envuelven el mundo y sus recobecos.
Ella.... el mundo, el único mundo, el silencio.
Y en su danza lucha por la paz y por toda quimera....
por ella misma.
Existe un reino entero
donde nadie era prisionero de sucios insectos,
donde en castillos escondidos se encontraba la libertad
en silencio....
y agazapado el sol, en las sombras y sus recobecos.
Tenia que suceder de alguna manera....
se detuvo el reloj de arena
¿existe o existió hace mucho tiempo?
Cuando la luz errante se extingió
yo abrí los ojos,
y cuando se encendió, al cerrarlos
pude distinguir fenecer junto a mi
una damisela ya gris....
junto con un copo de nieve
que cabia perfecto en mi nariz.
La única piedra que reconocí fue la que me hizo partir,
nadando en un mar de cartones...
Voy viajando bajo el mar entre sombras de una ola,
floto, me elevo cada vez mas lejos de los vagos sombreros,
y solo, solo veo un inmenso espejo,
como vidrio, como un desierto,
¿como no esconderlo?, ¿como no comerlo?.
Intento esconder la llama entre mis dedos,
protegerla bajo el mar del incendio,
pero una paranoia la va desvistiendo.
Danza en la oscuridad el fuego,
danza en la inmensidad del desierto,
el incendio, el incendio.
Danza en la oscuridad el fuego,
danza en la inmensidad el incendio del mar
y lo va desvistiendo.
Voy viajando bajo el mar,
entre cenizas de una gárgola muda,
sus alas hechas nada,
sus hadas desdibujadas me llaman,
descansa, descansa....
Y solo, solo respiro un inmenso abismo,
como montañas, como un recuerdo,
¿como no esconderlo?, ¿como no comerlo?,
¿como no desvanecerlo?.
Intento esconder la llama entre mis dedos,
protegerla bajo el mar del incendio,
pero una paranoia la va desvistiendo.
Danza en la oscuridad algún tiempo,
danza en la inmensidad de un eco,
el recuerdo, el recuerdo....
Danza en la oscuridad el fuego,
danza en la libertad el eco de algún debil recuerdo
y lo va desvistiendo, lo va desvistiendo.
Llueve bajo el mar....
llueven misterios
que se elevan en el espiral etereo.
Llueve bajo el mar....
llueven los ecos de voces que nunca fueron,
de voces que mueren bajo el tiempo...
A vos, amada mia, feroz, mortecina,
a vos, tristeza, te ruego:
dadme libertad.
A vos, mi musa, atroz, mortifera,
a vos, soledad, te imploro:
dadme paz.
Perduren cada noche
acariciandome bajo la manta,
pues vuestra umbria lujuria
no quiero olvidar.
A vos, madre mia, macilenta, exquisita,
a vos melancolia, te pido:
dadme naturaleza.
A vos, mi cenit, fugaz, magnifica,
a vos, demencia, te suplico:
dadme al fin el caos.
A todas vosotras:
mis amantes, mis horrores
os imvoco veraz e innecesariamente,
pues ya a vuestra veldad estoy abnegada.
Extasis de impulsos libres
e inoscencias ciegas,
ventiscas de magestuosidad.
Dolor: abre tus vastas fauses
y dejame a la ventura de nuevas abominaciones.