Al menos un destello de su inmortalidad,
Ellos penden de treinta lazos en su cuello
Ajenos al dolor banal.
Desde las profundidades
- Quizás de un charco en el cielo,
tal vez de un mar abismal –
Desde la primera daga
Hasta que la locura termine de dictar.
El libro jamás terminado,
La estatua rota sobre el pedestal,
Ellos corren libres por su paraíso,
Dos niños convertidos en una deidad.
El banco de piedra y dos flores blancas,
Un alma extraña entre la suciedad.
Desde la primera daga
Hasta que la muerte los una aun mas.
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