Extrañamente olvidar una flor sobre nuestra tumba;
Posar desnuda para un muerto con un pincel invisible.
Los ojos que ya no existen
Sutiles perforan mis huesos,
Los mismos que a ciegas arrastro,
Los que no me llevan a ninguna parte
Y al salir el sol me entierran entre sabanas.
¿Qué tanto se puede desear, que tan rápido correr?
Atravesar el bosque desierto
Alguna vez habitado por criaturas imposibles.
¿Qué mas puedo anhelar?
El mas profundo y triste de los besos,
Tu garganta vertiendo demonios en el mas blanco de mis vestidos.
O tal vez solamente
Que una noche lluviosa olvides cerrar tu ventana
Y asi reposar mi muerta silueta
Sobre tu cuerpo dormido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario